Cézanne era ante todo un hombre que dudaba sobre el valor de su trabajo. A los 67 años aún escribía: «¿Alcanzaré la meta tan anhelada y tanto tiempo perseguida. Sigo pintando del natural y creo que voy haciendo tímidos progresos». Lo que llamamos "su obra" era para él un ensayo, una aproximación a la pintura. Merleau-Ponty escribe «La pintura fue su mundo, la razón de su vida. Trabajó solo, sin discípulos, sin el apoyo de su familia ni el aliento de los críticos. Pinto en todo momento, en cualquier circunstancia y, sin embargo, dudaba de su vocación».
En el vídeo adjunto podemos disfrutar de una lectura completa del texto, acompañada por imágenes, en poco más de 35mn.
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