
El Cabildo de Tenerife ha intentado adquirir la obra en varias ocasiones. El último intento no pudo concretarse debido a los reparos surgidos desde la Intervención del Cabildo relativos a dificultades presupuestarias
Parece que hay una “nueva oportunidad” para que el cuadro permanezca de forma definitiva en la isla a través de un empresario tinerfeño que tiene previsto acudir a la subasta y adquirirlo con la intención de cederlo al Cabildo para que se exponga en TEA Tenerife Espacio de las Artes. Se trata del mismo coleccionista tinerfeño que en su momento compró La máquina de coser electrosexual (1935), pieza vendida hace aproximadamente un año a un coleccionista norteamericano.